Escena en Sevilla

El miércoles 19 de febrero el protagonista de este momento de desconexión será el cantaor Niño de Elche, que dejará su huella en un espacio singular situado en pleno corazón de Triana, Casa Montalván (calle Alfarería, 21). Aunque el inicio del concierto está previsto a las 20:00 horas, se recomienda acudir al evento al menos media hora antes, ya que el aforo es reducido y con entrada libre hasta completarlo.

El equipo de Cervezas Alhambra dará acceso a los asistentes al concierto con un sencillo ritual. En primer lugar, deberán depositar sus dispositivos móviles en un casillero diseñado especialmente para parar el tiempo y permitir que la música y el contacto directo con el artista construyan una nueva experiencia al margen de distracciones. Una vez finalizado el concierto, llegará el momento de recuperar los dispositivos y compartir lo vivido en los canales digitales, pero con la singularidad de ser la propia marca la que ofrecerá, mediante acceso exclusivo, material gráfico de la actuación.

El niño de Elche

Francisco Contreras Molina aka Niño de Elche es un cantaor exflamenco tal y como él mismo se define. Ya desde niño demostró su talento arrasando en los concursos de cante clásico a los que se presentaba, mientras que de adulto ha renegado de ese clasicismo al menos en el aspecto formal, puesto que conoce en profundidad cantes y cantaores que son historia del género.
Además de su trabajo en solitario, con discos como "Voces del extremo" y "Antología del cante flamenco heterodoxo" en los que experimenta con el flamenco, la poesía, la electrónica y todo lo que se antoja, ha colaborado con infinidad de grupos y artistas, destacando Exquirla, proyecto que compartió con los maestros del post rock Toundra y del que surgió "Para quienes aún viven", considerado unánimemente uno de los mejores discos del panorama nacional en 2017. Los Planetas (con los que forma Fuerza Nueva), Los Voluble, Macaco, El Coleta, C. Tangana, Fuel Fandango, Quentin Gas & Los Zíngaros, Martirio y Enric Montefusco forman parte también de esa extensa lista de colaboraciones que confirman la inquietud artística de Niño de Elche, lo que unido a una sinceridad mordaz, incisiva y provocadora han convertido al cantaor en una figura polémica y controvertida en el establishment flamenco.